El estrés es una respuesta natural del cuerpo preparándonos para la acción y la huida. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso, ansioso (desde cosas sin importancia de la vida cotidiana a una situación difícil laboral o económica, un cambio en nuestra vida)  pero cuando ese estado de alerta es habitual en la persona, hablamos de un estado de ansiedad.

• Ansiedad y Angustia.
• Es un sentimiento de recelo, nerviosismo o miedo. La fuente de este estado no siempre se sabe o se reconoce, lo cual puede llevar a la persona a sufrir angustia.
• La angustia es más paralizante, en cambio la ansiedad no nos permite parar.
• La angustia nos impide pensar y movernos, es la que viene producida por un conflicto psíquico.
• Fobias

La persona que padece una fobia, desarrolla una serie de pensamientos que no siempre se ajustan a la realidad, generando miedo. A su vez, este miedo activa el sistema nervioso autónomo, produciendo una fuerte y desagradable respuesta fisiológica (palpitaciones, taquicardia, sudores…). Esto configura una situación de “descontrol” ante la que la persona afectada construye un mecanismo de evitación y huida que acaba incapacitándola para poder hacerse con el control de su vida cotidiana.

• Pánico:

Frecuentemente conocido cómo “ataque de pánico”, es una vivencia intensa de angustia.  Cuando la emoción es tal que colapsa nuestro sistema nervioso por un periodo breve de tiempo, con síntomas tales como falta de oxígeno, llanto incontrolado y una incapacitante sensación de descontrol sobre el cuerpo.

• En “DescubriéndoTE“consideramos a las personas para que dejen de padecer las enfermedades y sus síntomas, sin ningún estigma.